Un espacio de tiempo infinito

11.15.2007

I made it

Por fin, por fin me titulé. No se quién es más feliz si mi familia o yo? En verdad fue un día muy esperado y después de 7 años no me lo puedo creer. Es como si me hubieran quitado un peso de encima, y también es como raro.

Y aunque en realidad nada es diferente, es como un cambio que no se nota pero sí. No te hace distinto pero te sientes otro. No te hace mejor persona, sin embargo algo se modifica.

Estoy muy contenta y muy orgullosa de mi, especialmente porque finalmente he cerrado un ciclo, concluí un círculo que estaba pendiente. Era como estar con un pie adentro y otro fuera, estar a medias (e insisto no es que no me dejara vivir o que ahora quiero que me llamen licenciada).

Me animé a hacer mi examen a puerta abierta así que invité a mi familia y amigos. Debo reconocer que si sentía mariposas en la panza y que por momentos me invadía el nervio.

Un día antes pude llegar a mi cama muy tranquila y me dormí relativamente rápido. Media hora después mi hermana tuvo a bien despertarme con una pregunta: ¿hiciste presentación para tu examen? –Qué? Contesté aún soñolienta. –No, no preparé nada. Sólo bastó ese comentario para ponerme los nervios de punta. Ante la respuesta, mi hermana se ofreció a ayudarme e incluso a hacer la presentación ya que yo no pensaba ponerme a escribir algo a esa hora de la noche. Total que medio dormí, medio descansé y con el ojo pelón seis horas más tarde me desperté para irme a la universidad.

La angustia me entró en cuanto vi llegar a mis amigos y familiares y todos me decían lo mismo: ¿Estás nerviosa? Pues obvio sí, pero si me siguen preguntando me voy a poner más loca. Por qué la gente hace ese tipo de preguntas? Nunca lo entenderé…

Llegaron puntuales mis sinodales y así sin presentación ni nada comenzó la sesión de preguntas. Al principio sí me tensé con la primera pregunta: Srita. Fiesco a ver dígame qué es multiculturización? Después de sobreponerme al shock de los primeros cuestionamientos, me relajé tanto que mis amigos decían que sólo me faltaba el cafecito para estar muy a gusto en el examen. Una hora más tarde y después de los elogios de mis profesores hice el juramente correspondiente para la carrera y oficialmente quedó en el acta y documentos anexos escrito mi nombre bajo el título de licenciada en Comunicación y Relaciones Públicas.

11.12.2007

Necesito una señal

Me considero una persona positiva. Trato de verle el lado positivo a las cosas o al menos el aprendizaje que me dejan. Sin embargo hoy día nomás no me sale lo positivo. En los últimos días he escuchado la frase “las cosas pasan por algo” cientos de veces y sí supongo que pasan por algo, pero eso no me quita el malestar, lo chipil. También he escuchado el “es mejor arrepentirse de las cosas que uno hizo” sí sí pero tampoco cambia nada. Como tal no me arrepiento, pero sí me encantaría que todo fuera mejor, que las palabras de Jul se materializaran y la situación cambiara.

Sí, tengo miles de cosas para estar y ser feliz, en serio que sí. Pero esta frustración de plano no me la puedo quitar. No tengo ganas de levantarme por las mañanas, no le encuentro sentido al trabajo, estoy frustrada porque siempre he pensado que el trabajo es un medio, no LA vida. Que hay que trabajar para vivir y no al contrario, que debe haber un balance y hoy no lo hay. De hecho está acabando conmigo.

Tengo unas ganas y una necesidad más fuerte que yo de mandar ésto a volar, es lo único que está atascando mi vida. Sí ajá pero las cuentas no se pagan solas, pero mi casa no se mantiene con aire, pero pero pero y es ahí donde me llega la frustración.

No, no todo es la “gran empresa”, para mi todo es mi gran empresa llamada ser humano, el individuo per se. Y no sólo yo, sino todos y cada uno deberíamos trabajar para nuestra propia gran empresa de persona.

Así que aquí atorada frente a un monitor, atascada entre mis pensamientos, hurgando dentro de mí para ser sensata. Sigo pensando en cómo terminar este gran año. Porque es eso, el 2007 ha sido un excelente año y ésto no vale la pena como para que me ponga así. Me encantaría “irme a la playa y vender cocos”. Y por qué no? Nada malo puede pasar, al contrario. Un mundo de posibilidades allá afuera. Incertidumbre? Seguramente sí. Pero sería una gran aventura. Dios qué debo hacer? Dame una señal.