En la película "Como agua para chocolate" la nana siempre se coloca un pedazo de cebolla en la cabeza para que no la haga llorar la misma cebolla al ser partida, ya saben... manías de abuelas.
La semana pasada tuve que partir tres cebollas en cuadritos y vaya que si lloré, me dolían horrible los ojos, se me incharon, me ardían, estaban todos rojos.
Escena 1
Yo regresando hacia la cocina con un trozo de papel de baño
Papá:
-¿pues qué te pasó?.
Yo toda moquienta y balbuceando
- pues estas inches cebollas
Papá:
-tan wey! pues colócate un pedazo de cebolla en la cabeza y verás que no lloras
Yo:
- pa' no manches ¿cómo crees?
Papá:
- osh hazme caso verás que si
como siempre no hice caso y seguí moqueando hasta que terminé las tres cebollas, o mejor dicho ellas terminaron con mis ojos.
Escena 2 días después en acapulco haciendo el desayuno
Quika:
- ¿qué haces wey?
Yo:
- pues partiendo la cebolla
Quika:
- no tarada! con esa cebolla en la cabeza?
Yo:
- comprobando la teoría de mi papá
Quika:
- ¿cuál teoría?
Yo:
- que si te pones una cebolla en la cabeza mientras partes la cebolla no lloras
Quika:
- ¿y funciona?
Y sí señoras y señores, como slogan de la sección amarilla... sí funciona y funciona muy bien!. Así que ya saben, si necesitan partir harta cebolla, nada como colocar un pedazo sobre sus cabezas. Claro que implica verse medio riídiculos.