Después de mucho meditarlo heme aquí escribiéndome.
¿Qué pasó? ¿Estás bien? No se por qué de pronto dejé de interesarme, dejé de buscarme y así como así se desvaneció esto que apenas empezaba y que para mi era algo muy especial. No se dónde se quedó toda esta euforia reprimida por tantos años y que de pronto la vida nos daba oportunidad de alcanzar.
Dejé de preguntarme qué hice mal, la verdad dejé de tener fe en esto y así dejé de buscarnos.
Mil cosas pasaron por mi mente, entre ellas que la antigua vida había vencido, en ese caso se que la fortaleza imperaría, ante todo respeto las decisiones de corazón, así es la vida... uno no puede apostarle a garantía sólo al hecho de estar.
También pensé que simplemente la desilución se apoderó hasta el hastío, si así fue... el velo de la imaginación fue más grande que el amor que se sentía y nubló hasta cegar lo que hay dentro de mi.
¡Lo siento!