Un espacio de tiempo infinito

8.30.2004

Amén

Últimamente he adquirido el hábito de asistir a misa los domingos -específicamente la de medio día ya que el sacerdote es muy agradable y con buena vibra- debo confesar que no he ido todos los domingos, pero al menos he tratado de faltar lo menos posible.

En la liturgia del día de ayer tocaron un punto que a mi me calló como anillo al dedo "libertad". Esta palabrita que finalmente a todos nos suena familiar y que por lo menos una vez en nuestra vida hemos reclamado o anhelado -cuando finalmente existe para cada uno de nosotros a pesar que no nos demos cuenta-. Y así hoy he decidido apelar a mi libertad aunque a dos de mis seres queridos no les haya gustado la idea.

Hoy estoy convencida que esa libertad me hace decidir que la salud -física y emocional- es lo más importante para una persona. Y creo que la salud emocional es 100% el motor de muchas cosas.

Confío en que Chuy me devuelva la tranquilidad y salud mental que en últimas semanas olvidé o extravié en algún lugar. También confío en la libertad que Él nos dio, para aferrarme a estas condiciones de vida.