Hi Stranger!

Sabes esto de nosotros a veces resulta una locura, a veces algo inolvidable, otras tantas como estar en las nubes, viajar por el tiempo. Robarle un poco de tiempo a este que se va tan rápido. Incredulidad es lo que le rodea, incertidumbre en el 90% de los casos. No se si te tengo, nos tuvimos, estamos, lo inventé. Es más, en este momento mi cabeza le pregunta a mis manos ¿para qué escribir o contar de un fantasma? Aún así, sigo…

El inicio de la historia es más irreal y por demás divertido que amo repasarla una y otra vez. Es como la imagen de la figura perfecta para una peli de hollywood. El comienzo perfecto, la historia romántica que termina con final feliz, los momentos en que el destino conspira contra uno mismo y hace que todo encaje como piezas hechas unas para otras.

Después, sí después hiciste que te amara de una forma única, te lo he dicho, de una manera que no conocía, así… libre, sin ataduras, ni juramentos de para siempre, sin ilusiones de un mañana, no compromisos, sólo disfrutando el hoy que finalmente era lo único que tenía y que en ese momento se convertía en una realidad virtual que adoraba vivir, en ese mundo donde sólo cabíamos tu, yo y la felicidad.

No esperaba nada a cambio, ni una llamada, ni un hasta mañana, o bueno tal vez un hasta el siguiente encuentro sí. No me bajaste la luna, no nunca fue así. Sin embargo, ouch! ese sin embargo es demasiado grande… pero sí, sin embargo me enamoré de esos 7 suspiros qué más da admitirlo, lo sabes y me convertí en la que vuela.

Tú, tu te convertiste en el amor esquivo, el platónico, la persona perfecta, el amante entrañable y así la historia sigue sin continuar, en la estática, en lo interminable. No soportable pero vivible. Si tienes alguna manera de concluirla o aún mejor de iniciarla creo que es tiempo, ya que –como dice la canción- nunca es para siempre.