Un espacio de tiempo infinito

10.17.2011

El asunto de los lunes

Hoy es un lunes más, y no porque me pese la vida, sino porque los lunes son como tristes, como de flojera, como de osh me tengo que levantar temprano.
Definitivamente me gusta sentirme útil, si bien no es lo mismo que me guste trabajar ja! Pero hoy me he levantado con una pesadez. Eso de levantarse temprano no es lo mío y menos para ir a la oficina. ¿Por qué no empezar la jornada como a las 11:00 a.m.? Uno sería hasta más productivo, se levantaría con más ganitas, se evitaría el tráfico de los escolares y hasta haría más solecito.

Creo que el lunes tiene ese efecto de guacala que todos hemos padecido alguna vez. Y es que los fines de semana son tan padres, uno puede dormir más, comer más, divertirse más. O no sé, tal vez se trate de un efecto psicológico de iniciar la jornada, de retomar la rutina. No es como el jueves por la tarde donde dices, ¡yuhu ya mañana es viernes! y todo se vuelve más relajado. Es cuestión de mood yo creo.

Lo que sí es un hecho es que el lunes tu cama hace complot para hacerte más pesado el momento de salir de la cama. Y claro, no es lo mismo despertar temprano porque estas en la vacación y quieres irte al mar desde ya; a levántate que es lunes y debes llegar a tiempo a esa bendita junta aburrida de las 9 en punto.