Un espacio de tiempo infinito

2.25.2008

Para Vero y Thomas

He reescrito en mi mente muchas veces esta carta y cada una de las veces que lo intento no puedo dejar que las emociones fluyan…

¿Cómo mandarlese tantas bendiciones sin que sean pocas para que iluminen sus caminos, sus vidas, sus almas? He tratado de buscar el mejor regalo para los dos pero tampoco lo encuentro, así que sólo me queda dejarles estas palabras y sentimientos.

Soy la persona menos indicada para hablar de amor y mucho menos para dar consejos, aún así me atrevo a decir que si hoy te dice tu corazón que es él, que así sea. Si sus manos se buscan entre los silencios e inclusive entre las ausencias, se sostengan con firmeza. Si sus almas se derriten con un simple “hola” se mantengan unidos inclusive por un suspiro. Si a pesar de los peros se confían su ser, no duden ni se permitan claudicar. Si tu piel, tus poros y cada parte de ti lo reconocen, se pertenezcan siempre.

Vivan, disfruten, perdonen, olviden, amen, atrévanse. Vivan aquí y ahora, un día a la vez para formar millones de días, millones de momentums. Atrapen cada instante, entréguense cada vez, hagan el amor como si fuera siempre sólo esa vez. Llenen de pasión cada espacio y rincón de su hogar físico y espiritual.

Agradezco en verdad haber sido espectadora de esta historia y ten por seguro que estaré para ustedes, para ti, en los siguientes espacios de tiempo infinito que Dios y la vida les tiene preparados a partir de hoy, juntos, siendo uno en dos.

Porque el amor es un estado en la que la felicidad de la otra persona esencialmente es la tuya y así mismo es un acto de fe…
Los quiere Mon