Un espacio de tiempo infinito

9.26.2005

Achaques de 26

Mejorar la calidad de vida,eso siempre dicen todos los laboratorios y/o medicamentos para la salud y por cierto yo trabajo en el area de "Health care" y mi salud es lo que no ha estado nada bien estos últimos días.

Puente del 15 de septiembre Mony decide ir a Acapulco a descansar y disfrutar del complejo renacuajo que tiene. Consecuencia... otitis, que en cristiano y en mi caso significa infección en el oído externo.

Gracias al agua de la alberca o del mar me salió una condenada ámpula más grande que el conducto auditivo por lo que hubo que "poncharla" para que drenarla. La doctora tuvo a bien introducir semejante aguja en mi oído para romper el ámpula -que por cierto dolió como parir chayotes-. Como era de esperarse salió sangre. La receta de cuidados y medicinas consisitió en: 10 gostas cada 12 hrs., en mi oído derecho, analgésico cada 8 hrs., complementado por un fuerte antibiótico cada 12 hrs.


Desde el miércoles seguí las instrucciones al pie de la letra sin chistar. El viernes tuve un día de perros y desde las 8:00 a.m. la bilis llenó cada poro de mi cuerpo con tanto coraje que hacía. Doce horas después el viacrucis aún no cesaba y mi humor estaba a punto del colapso. Unos chicos de la oficina tuvieron a bien apiadarse de mi dolor al contribuir con risas y algo más...

Ese mismo día era cumple de mi prima asi es que para relajarme decidí asistir a la pachanga teminando en el Don Quintin que por cierto sí me alivianó bastante, sobre todo por la compañía. Cabe aclarar que el consumo de alcohol consisitió en un simple sorbo de ron y 200 ml de cerveza en toda la noche (recordemos que estaba tomando medicina).

Consecuencia, lamínima cantidad de alcohol aceleró el proceso de efectos secundarios del antibiótico tan fuerte que tomaba para el oído y ahora estoy intoxicada.El sábado vomité más de 4 veces, tengo los riñones fregadísimos, el estómago en plena guerra y lo peor es que me deshidraté. No he dormido mucho por el dolor combinado con náuseas, la comida ha sido escasa: un poco de uvas, pan tostado pero eso sí mucho mucho suero; escalosfríos y poca fuerza.


Tal vez sean los achaques propios de la edad, también llegué a pensar que el mismo Dios que se olvidó de África se estaba olvidando de mi -espero que no por fis-; lo más cierto es que mi chamba me esta consumiendo y mi cuerpo (para aquellos que creemos en esto) se ha declarado en huelga y exige un cambio urgente.

Mientras tanto me seguiré cuidando porque en verdad que la semana pasada se manchó conmigo. Necesito un apapacho!.