Un espacio de tiempo infinito

3.07.2014

Extraño

Te extraño, extraño las pláticas, las sonrisas, los silencios. Amaba todo de ti, de mi contigo, de la complicidad tácita. De los sueños, de los recuerdos, de cada presente que se volvía ausente. Te extraño. Extraño al amigo, al amante, al confidente, a mi espía. Extraño al ermitaño que se volvió mi alma, mi voz. ¿dónde estás? ¿dónde perdimos? ¿Acaso fue destino?, ¿acaso inmadurez? ¿tal vez un sueño? Dejaré de extrañarte por fin y echar cerradura al espacio de ti. Para estar, para avanzar, para dejar de rasgar el dolor en mi. Sí te extraño y este amor no caduca, no se marcha ni siquiera se bifurca. La última vez que te extrañé fue justo en el momento que pensé que ya no lo hacía y heme aquí otra vez hablando de ti, enamorándome de ti, deseando que estés para que me olvide de ti.

10.18.2012

Acaso

¿Es acaso justo no tenerte aquí?, ¿Es sólo destino, es sólo tiempo? ¿Es acaso justo el obtener nuevas cosas y perder otras? Sólo se que todo esto es parte de la vida, mi cambio interno, mi cambio externo. Creo estar completo pero no te tengo. ¿Podemos nosotros controlar el destino?, ¿por qué no evitar?, ¿por qué no cambiar? , ¿porque nos dicen que todo tiene un porqué? ¿Es acaso que no puedo evitar el preguntar en qué has de pensar?, ¿en dónde has de estar? ¿Es acaso que te debo perder?, ¿es acaso que no te dejo de querer? Es acaso justo eso, el que ya no te debo querer.

8.31.2012

Y que me animo...

Después de años escribiendo sólo para este blog, más a manera de diario, me he animado a colaborar en una revista. Aproveché que Gaby me dio la oportunidad, que me agarro los chones y me aviento. Así que después de definir los temas sobre los que estaré colaborando, hoy salió el primero, de lo que espero sean muchos textos que gusten, y cada día tenga más historias que contar. Ahí les encargo sugerencias. La revista es Plenilunia y este es el link :) http://plenilunia.com/portada/la-boda-mi-mejor-enemiga/15325/

7.27.2012

La vida sin música sería un error

Definitivamente la música tiene efectos muy positivos en la gente, también se cree que en animales (lo que viene a ser lo mismo jajajaj) y en plantas. En lo que a mí se refiere, definitivamente soy una “guerrera de la música” diría el slogan de hacer varios años de 97.7 FM. Disfruto mucho de escuchar esa melodía que te trae recuerdos o que simplemente te pone de buenas. O a poco no tienen esa rola que invariablemente hace mover la cabeza o los dedos para llevar el ritmo? No tengo mucha pila, pero cuando de bailar se trata me pueden dar las 6:00 a.m., y yo como chinicuil en comal caliente – decía mi abuela-. Me relaja, me transforma, me divierte, me pone de buenas. Si la verdad me hace liberar hartas endorfinas. Creo que es de lo mejor que puede haber, como slogan de mix-up “La vida sin música sería un error”. No sé cuántas rolas se me pero una amiga de una amiga siempre me decía “también te la sabes? eres como una rocola”. Bueno pero como todo en la vida, hay sus cosas no tan buenas y también hay esas canciones que dan pa´ bajo/córtate la vena y que sin duda mi generación creció oyendo a sus papás cantarlas, sí esas de José José o Juan Ga que son re buenas. En fin… podría enumerar millones de rolas y aún así no acabaría por incluir las que me gustan y/o han marcado mi vida, lo cierto es que la música es una gran medicina y de alguna y otra manera ayuda a sacar lo que uno trae. Lo que sí, en un ejercicio romántico he tratado de armar lo que sería el soundtrack de mi vida con las 20 canciones que incluiría el CD y aún no decido cuáles. La que definitivamente sí o sí tiene que ir es Missing de Everything but the girl y de ahí p’al real…

6.21.2012

Recuerdos

Estuve buscando entre los recuerdos y me di cuenta que ya no tenía nada. La búsqueda fue fortuita, en verdad, pero al darme cuenta que estaba vacío ese cajón me dio un poco de melancolía. He estado trabajando en no mirar al pasado y menos si lleva un tono de dolor y añoranza, pero en ese momento no pude por un instante recordar lo bien que me hacías. En casa tampoco hay una prueba de tu existencia, pareciera que todo se fue, como si hubieran barrido toda evidencia y vaciado cada recoveco. No me duele, sólo que me tomó por sorpresa el paso del tiempo. No supe qué sentí cuando caí en cuenta que eso forma parte del pasado, es más, no sé cómo se deba sentir ahora que entiendo que debo vivir en este momento y no en otro lado. Aún así, se que eres mi mejor pasado, el mejor recuerdo que tengo.

2.11.2012

Cierto espécimen

Llevo meses tratando, tratando, tratando, tratando. Intentando, haciendo, revisando, modificando (me). Llevo meses buscando qué, cuándo, cómo hacerle. Llevo muchos días, meses, semanas, horas lidiando conmigo, con mis puntos débiles, con mis errores, con mis traumas, con mi –“negatividad”, con mis bajones. Llevo horas, leyendo, buscando, analizando cómo hacer de mi una mejor persona y ¿para qué? ¿Para mí? ¿En verdad para mí?

Llevo hartos días dejando salir a mi mejor versión de mí, a lo más lindo, lo más llevadero, lo más fácil, lo más sencillo. Es cansado eh! Si tampoco es una cosa para morirse porque cuando me dejo de preocupar soy yo, estoy yo, en paz, tranquila, conmigo. Disfrutando las cosas que me gustan, que me agradan. Desde comerme un chocolate hasta tirarme a la cama con mi mantita para ver la “novela”, sí cual chacha, me entretengo con novelas.

Y tal vez, buscando, leyendo, analizando, tranquilizándome –cual changuito de laboratorio- he aprendido cosas de mí, que nadie conoce –y que en realidad no tendrían porque conocer- y lo más padre es que son cosas que me encantan, que son “padres”.

No soy tan ogro, no soy tan insoportable, no tengo el peor carácter del mundo y no soy tan difícil de llevar. Sí soy muy cursi, muy dramas, muy chick flick. Me gusta lo ridículo más no lo trillado, me gusta lo común, más no por eso mundano o vulgar.
Me gustan las cosas lindas, simples, fáciles.

Últimamente le huyo a las peleas, a las discusiones –sobre todo si son inútiles y desgastantes-. Me gusta pensar que alguien está ahí, para mí, para quererme. Ahí es cuando las cosas se han complicado porque “alguien” no está ahí, todo y todos son (somos) pasajeros, de a sube y baja, de entrada por salida. Aún así, me gusta creer que todo lo bueno puede pasar (me) y que puedo vivir en un mundo color de rosa, o de colores tal vez.

Odio cuando la responsabilidad compartida se vuelve sólo de mi lado. Odio estar esforzándome tanto, odio ser la mujer que calla y es esa en la que me estoy volviendo, por querer sacar a mi mejor versión de mí. Y no porque siempre deba o quiera tener la razón, sino porque simplemente me gusta expresar y –sí la verdad es que pensándolo bien sí por qué no- me gusta tener la razón.

¿Que si soy berrinchuda? Sí, también. También y me encantaría recibir apapacho por el simple gusto de recibirlo a consecuencia de mi berrinche y sí ya sé que tengo 33 años. Pero también soy muy consciente, analítica, inteligente, asertiva, lógica y no por eso debo actuar como ñora todo el tiempo, o como el común de la gente espera de una mujer de “33” años. Ni que fuera la tía ruca.

¿Cómo se lidia con un espécimen como yo? Ni idea, si alguien sabe, avíseme.

12.12.2011

Año 33

Ayer en la noche al término del día me decidí a cambiar de palabra.
Sí, inspirada en la película de Comer, Rezar y Amar, me convencí que puede ser
un buen ejercicio y que podría ser también un buen propósito de año nuevo.

El cierre fue bueno, la recapitulación me dice que puse palomita
en algunos temas y en otros el status es on
going. Eso nos deja en un balance positivo y realmente me siento contenta. Nostálgica
también, pero creo que es parte de la zona de confort de la que estoy luchando
por salir.

No se trata de tentar a la buena fortuna que se me ha
concedido, pero afortunadamente han cambiado cosas: la salud, el trabajo, la
actitud, la economía. Es una pena que no
pueda tener un balance así en corto, de lo que ha sido cada mes, pero concluí que
soy muy afortunada, realmente Dios me da muchas bendiciones.

Y en ese ejercicio mental de recordar qué me dejó o qué hice
mes a mes, nomás logré recopilar situaciones de 4 o 5 meses; no está mal para
12 tomando en cuenta que ninguno de ellos estuvo marcado por algo negativo. Estoy
consciente que en el día a día hubo situaciones para no brincar de alegría,
pero ¿qué sería de esto sin la sal y la pimienta?

Así que en el afán de agradecer lo que hubo: mi pasaporte
tuvo un sello, hice angelitos en la arena, cargué una guacamaya y a un
changuito; estoy en números negros (aunque para mí son números verdes,
amarillos o de colores ja); en la salud tengo calcomanía doble cero –como dice
mi médico- así que puedo circular todos los días-, el corazón está bien, hice
el mejor road trip con mi hermana,
canté, lloré, casi me hice pipí –literal- de la risa, hubo reencuentros, conocí
a Elke, caminé, hubo luna llena.

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