Un espacio de tiempo infinito

11.30.2004

Yessica, te amo

Día: Martes 30 de noviembre
Hora: 8:45 a.m.
Lugar: Eje 5

Estas últimas semanas Edmundo me ha dado un raite de mi casa a la oficina. Su camino es por un montón de callecitas cuyo nombre no me sé y sólo hasta que llegamos a eje cinco me ubico.

Hoy como todos los días camino a Edelman, nos encontramos en medio del tráfico escuchando música para relajarnos, platicamos de cómo nos fue el día anterior y qué hicimos. La diferencia este día la ha marcado un Corsa gris con pétalos de rosa color amarillo y rosa.

Edmundo fue quien se percató del vehículo y me avisó; yo voltée y exclamé en tono cursi que era un lindo detalle. Empezamos a imaginar a qué se debía que su coche trajera los pétalos, las opciones que se nos ocurrieron fueron:

- Es su cumpleaños
- Es su aniversario
- Le va a pedir matrimonio
- No, tal vez hizo algo malo y es una manera de disculparse

No terminabamos de elucubrar cuando el ruido escandaloso de un helicóptero (que por cierto volaba muy abajo) nos interrumpió, Edmundo empezó a hacer berrinche porque pensó que seguramente había pasado algo y por eso el tráfico cada vez era peor.

Miramos al cielo buscando el artefacto volador para ver de qué noticiario era. La sorpresa ajena fue muy agradable cuando descubrimos que el helicóptero traía un letrero que decía "YESSICA, TE AMO". Lo mejor es que Yessica venía al lado de nosotros y ella ni siquiera se había dado cuenta.

De pronto Yessica (quien estaba hablando por celular) bajó la ventana del auto, asomó su cabeza, vió el letrero y una sonrisa iluminó su rostro. Edmundo y yo nos acercamos a su coche y le dijimos "Felicidades Yessica". La chica se sonrojó y nos dio las gracias.

Casi todo el camino estuvimos escoltados y parecía que el detalle me lo hubieran hecho a mi. Me dio mucho gusto por la chica, parecía escena hollywoodense. Al menos parece que todavía pueden existir los cuentos de hadas y los novios románticos. Ojala que algún día también me pase a mi.